jueves, 3 de julio de 2008

Lluvia de ideas


Despues de leer el texto de Geertz,
al reflexionar sobre

*********Periodista*************
Cronista**************Antropologo
**********Etnografo*************

“llueven” algunas ideas...



Contar historias.
Importancia del otro por el solo hecho de ser persona.
Valorar la palabra.
Que la respuesta a “¿qué tenes para decir?” se encuentre en todos los aspectos de la vida.
La observación y la escucha como herramientas de trabajo.
Dejar que cuente.
Intención de conocer y difundir lo escencial de una cultura.
En la crónica de una experiencia, las impresiones personales son las huellas
que acompañan al lector en el camino del relato.
Centrar la mirada allí donde nadie más voltea a ver.
Salir a buscar testimonios para compartir.


martes, 24 de junio de 2008

Notas sobre el viaje en la Provincia de Misiones: Caparrós te escribió, yo te leí


Caparrós nos invita a subir a su “Erre” y viajar, no solo desplazándonos geográficamente, contemplando los paisajes y enfrentando las eventualidades del camino, sino que también nos propone involucrarnos con el relato de la experiencia del viajero que pretende transmitir lo que vivencia en el contacto con lo nuevo, con un “otro” distinto, buscando respuestas, comprometiéndose con la realidad que transita desde una mirada crítica, pocas veces solo contemplativa.
En el trayecto recorrido por el interior de nuestro país, Caparrós nos propone cuestionarnos y reflexionar sobre la(s) argentina(s) posible(s), y el imaginario colectivo de las distintas realidades, la representación simbólica y plagada de mitología que rodea a la pregunta sobre “qué es ser argentino”.
No he podido olvidar algunos fragmentos leídos en Provincia de Misiones, y me propongo citarlos como medio disparador para mis notas de lector sobre el capítulo.


Cuando el viaje empieza donde termina: hacer sentido lo vivido
“Yo no investigo, no hurgo, no busco nada oculto: con lo visible alcanaza. El problema no es descubrir; el problema está en hacer sentido con lo que se ve. Entender, que le dicen, o sea: cruzar, relacionar, pensar causas y efectos: arriesgarse. La verdad, si es que existe ese bicho, está en las relaciones. Buscar lo oculto es quedarse en la superficie de las cosas.”
En las palabras con las que finaliza el capítulo sobre Misiones comprendo la escencia del viaje de Caparrós y el espíritu que guia su relato.


Los “sentidos” del viaje
“Es una vida rara. Escuchar, mirar mucho, hablar solo, pensar, anotar, dormir cada noche en un lugar distinto, comer bastante feo casi siempre, leer diarios locales o ninguno, limitar mi mundo a mi asiento del coche y todo lo que le pasa por el costado: la Argentina. Es una vida rara: como si me hubiera desprendido de todo lo habitual. Me impresiona lo tentador que es ese desprenderse. Sin mujer, hablando a veces con mi hijo, sin conversar con un amigo, usando mucho cada camiseta, las mismas alpargatas día tras día, y todo puesto en la mirada”.
Con estas primeras líneas que dan inicio al capítulo Misiones, Caparrós muestra a Martín, al hombre que contiene al viajero, al “ser” del cronista que registra en su cuerpo, en su mente, las huellas de la impronta que va dejando el viaje. Y me permite percibir en esa descripción sincera, su estado de ánimo, las características de esa “vida rara” que el transcurrir del viaje ha convertido en su vida cotidiana.


Buscando respuestas: juego de obstáculos
“Paro en Apóstoles, capital nacional o provincial de la Yerba Mate, para ver si alguien me dice dónde puedo ver la cosecha de yerba: la tarefa. Hago varios llamados, cada cual me dice que debo hablar con otro, todos insisten en que es muy difícil. No debe serlo tanto: yo sospecho que no quieren que vea cómo trabajan esos señores y señoras, esos chicos.
Cuando la yerba
mate.”
A veces los viajes imponen un compromiso social, implican un barajar y dar de nuevo. El juego que luego se presente puede agradar o no, tornarse complicado o resultar sencillo, seguramente implicará estrategias, pero Caparrós nos demuestra, no solo en este pasaje, sino a lo largo de todo su relato, que perseverando se encuentra el centro del laberinto: pues nos mostrará el camino que nos conduce a la salida, nos permitirá hallar respuestas, o tal vez generará nuevos interrogantes, nuevos motores de ruta.


Que la inocencia te valga
“Cuando vuelvo, en el puesto fronterizo, la empleada de la Aduana me dice que abra el baúl del Erre. Yo lo abro desde adentro.
No, tiene que bajarse y abrirlo usted.
Bueno, como usted quiera.
Me bajo, lo abro. Le pregunto por qué.
Imagínese que usted no me ve y yo abro y le pongo algo en el baúl.
Bueno, pero yo confío en usted, ¿no?.
La mujer se ríe: le debe parecer un chiste.”

Durante el viaje se presentan situaciones que ponen en evidencia el desconocimiento respecto al lugar, a las normas que rigen el comportamiento, a las características de una cultura particular. Y obligan a tomar ciertas actitudes ante lo ajeno, transformando nuestra mirada, nuestro accionar, cambiando la concepción de la realidad para adaptarnos y adecuarnos a la convivencia local.


Ser argentino me representa: o la representación del ser argentino
“Tierra de yerba: esto es tierra del mate. A mi me gusta tomar mate, pero además me emociona: me dan ganas de cuidar esta costumbre [...] A los habitantes de las cuencas del Paraná y el Uruguay nos gusta chupar un fierro calentito para que el agua que ponemos en un zapallo vaciado y agujereado salga con gusto a una yerba que le metemos dentro: un líquido amargo que nadie más entiende, un rito de compartir que nadie más comparte. Ya quedan en el mundo pocas ingestas tan locales”
En Posadas “los chicos crecen con la televisión en portugués, portugués tambien es su idioma. Yo me pregunto si habrá que introducir en la lingüística, para balancear la idea de lengua materna, la de la televisión. Después me encontré por la calle a cuatro jóvenes argentinos – diez, once años – chapoteando con sus botas de goma y les preguntaré cuál es su programa favorito: -O Chaves do oito” ( Chavo del Ocho )
“Pero después les preguntaré a los cuatro vandalitos patrios de qué cuadro son. Tres me dirán de Boca, uno de River.
¿Y no son de Gremio o de Inter?
No, esos son brasileros.
Me dirán, con desprecio y acento brasileño. En el fútbol la patria sí está clara”.
Caparrós nos ayuda a recorrer los símbolos que marcan nuestra identidad, y que burlan cualquier límite geográfico. Sabemos del afecto particular que lo relaciona con el fútbol, tal vez por ello resalte el deporte en este diálogo. Pero también encontramos a lo largo de su relato de viaje, en un lugar privilegiado, al mate, un ícono de representación más que significativo, particularmente en el interior de nuestro país, así como podríamos resaltar las letras de incontables tangos que apasionan a los porteños. Sin embargo, la intención de Caparrós parece ser encontrar respuesta a “qué es ser argentino”, y probablemente se acerque a la respuesta en compartir una misma camiseta, en forma sorprendente tambíen con aquellos niños de identidad híbrida.


Viajeros: toda una especie ( de comunidad )
“Hace un rato que miro pasar gente: nadie sin su cámara.
El agua está en el agua
y en el aire.
Si nos deja
la tierra es porque es tan
poquita cosa”.
“Esas estúpidas ganas de escupir hacia el salto, de agregar algo: de participar”.
“Muy pocos no se fotografían frente al salto. Hemos aprendido: cada cual compone frente a la lente la imagen de sí mismo que quisiera. Quien levanta el mentón, quien esconde la panza, quien simula una sonrisa que tan barato durará años y años. Están dibujando su futuro [...]”
“Esa rara sensación de tener que disfrutar de este momento, de este paisaje, de saber que uno ha hecho más de mil kilómetros para llegar acá y que es, probablemente, irrepetible”.
Viajar lleva implícita una cierta compulsión a registrar cada momento, a dejarse invadir por la adrenalina de pensar como único e irrepetible lo que está sucediendo. ¿Cómo canalizar todas estas sensaciones?. El mejor medio parece ser disfrutar y centrar la atención en cada novedad, intentar perpetuar lo que ven los ojos mediante la lente de una cámara fotográfica que deje inalterables las escenas que protagonizamos, que eternice todo nuestro interior manifestado en las expresiones revividas en un volver a ver las fotos, las imágenes que podrán retrotaernos a ese momento, simulando que no se ha convertido tan solo en el fantasma de un recuerdo.


Triple Frontera: ningun punto y a parte. Toda(s) la(s) realidad(es)
“No conozco viaje más sorprendente”
“Todo lo que se dice, todas las fantasías sobre la Triple Frontera se quedan cosas frente a la realidad. Esto es muy raro, es el efecto de la frontera: en pocos minutos podés estar en escenarios completamente diferentes, Puerto Iguazú, Foz, Ciudad del Este. Esto te quema un poco la cabeza, te da una percepción distinta., es como si fueras menos responsable, como que siempre estás en otra parte. Aparecen cantidad de cosas que normalmente no aparecerían”
La Triple Frontera parece sorprender y dejar atónito a Caparrós, pero no le quita el don de la palabra, no detiene su producción narrativa, todo lo contrario, lo impulsa a registrar lo que acontece en un lugar tan estratégico, polémico, donde convergen diversas culturas, donde los hechos simulan pasar desapercibidos: venta de bebes, contrabando de mercaderías, el fantasma de la anarquía, empleos sin registro.

viernes, 13 de junio de 2008

Viajando con el Che por Latinoamerica

El lunes 09 fue presentado en el Centro Cultural Caras y Caretas el libro “Con el Che por Sudamérica”. Conversó con el público presente su autor, Alberto Granado, amigo desde siempre y compañero del Che Guevara en su viaje por Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela. Dicho viaje inspiró la realización de la película “Diarios de motocicleta”.
También compartió sus anécdotas y vivencias junto al Che, su amigo Carlos Calica Ferrer.
Ambos, por medio de sus relatos y de las respuestas dadas a todos aquellos que queríamos preguntar sobre algo en particular, reconstruyeron a Ernesto amigo, a Guevara hombre, el Che emblemátivo, el ser revolucionario, el hombre apasionado por el bien de las personas, su entrega por una causa.
Del encuentro de anoche, me quedan resonando las palabras de Alberto Granado al intentar responder sobre las razones que considera responsables de la vigencia y de la actual adhesión a la ideología del Che Guevara, refiriéndose a las cualidades que lo caracterizaron:
nunca mintió, nunca se dejó sobornar, y jamás se adueño de aquello que no le correspondía, fue coherente con su vida, entre sus acciones y los valores que defendía y propagaba por madio de ellas.
Fue conmovedor poder escuchar la voz de Alberto Granado relatando las experiencias vividas junto al Che en ese imborrable viaje por Sudamérica, las anécdotas que traslucen la personalidad de Ernesto, y nos dejan en la memoria la síntesis de un hombre, que según él, no reconocía el peligro, enfrentaba los riesgos, transmitía la calma con un gesto o una palabra, amaba la lectura y disfrutaba de cada acto de bondad realizado de unos hacia otros.

viernes, 23 de mayo de 2008

La tierra entre tus manos...o la vida en manos de la tierra

Al leer la crónica de Rolfo Walsh sobre su visita a una comunidad japonesa en la característica tierra colorada de Misiones, una sucesión de imágenes en mi mente se asociaron con el proceso que vivieron los miembros de dicha colonia.



La expectativa de una vida mejor movilizó el traslado de campesinos japoneses desde su país de origen a las tierras de una Argentina que prometia un futuro próspero a alcanzar con voluntad, esmero y trabajo.



Pero aunque dichas cualidades fueron asumidas, los trabajadores solo vieron el fracaso como producto de su labor, pues nadie refirió las adversidades del terreno para las plantaciones que realizaron y por supuesto la escasa y dificultosa cosecha posterior.


En este contexto, las familias japonesas manifiestan el anhelo de alcanzar la vida a la que aspiraban cuando el proyecto fracasado en acción era todavía eso...solo un proyecto. Ahora todo futuro se presenta mejor cuando piensan en dejar el lugar y comenzar de nuevo, no solo por ellos mismo, sino también, en este nuevo desafío se juegan las expectativas de las nuevas generaciones, cuyas vidas hecharon raices en las tierras coloradas que abrigaron los sueños de sus padres.


Las expectativas y deseos que fueron el motor para iniciar el viaje de la comunidad japonesa a los pueblos de Misiones, aún resuenan en sus vidas, haciendo que el pasado se hiciera presente en el proyecto de un nuevo mañana.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Reflexiones sobre el viaje: Martín Caparros


“El relato de un viaje, el ínfimo fragmento de una vida”
Esta frase me hace pensar en el viaje como aquel ingrediente escencial, pero que puede utilizarse a gusto, en una receta de cocina; pues el viaje cambia el sabor de la vida en su justa medida.


“Viajar para contarlo: el temor de que ya no pueda viajar sin la excusa de un relato futuro”
Hay viajes cotidianos, otros extrordinarios.
Realizamos viajes solos o acompañados, por elección o porque las circunstancias así lo determinan.
Recorremos distancias cortas, algunos viajes duran tan solo unos minutos; otros en cambio, son tan prolongados que nos obligan, casi compulsivamente, a recurrir a todo tipo de entretenimientos, desde una película y la clásica sopa de letras, hasta descubrir si algún auto tiene patente en términación CQC.
Aveces los viajes nos conducen a lugares que por su particularidad y rereza, nos dejan perplejos. Como así también, en ocasiones no registramos el camino transitado, pues se nos ha vuelto rutinario y aburrido.
Los viajes nos dan la oportunidad de conocer a personas nuevas, con quienes tal vez solo establezcamos una relación eventual; o todo lo contrario, perdurará en el tiempo y la amistad se encargará de burlar la distancia que nos separa.
Por todo esto, y mucho más, siento la imposibilidad de obviar un relato sobre los viajes realizados, que tal vez haga el intento de registrar lo más fielmente posible o tan solo quede en anécdota al compartir con mis compañeros la azaña para llegar al trabajo, o en el reencuentro con amigos, o en la cena familiar al final del día, o conversando con alguien descubrir que coincidimos en el lugar y tiempo de vacaciones.


“El viaje provee la tranquilidad de actuar en un teatro ajeno, donde uno se juega, con los tiempos acotados de antemano: el placer infinito de suponerse otro, de descansar de sí mismo por un tiempo previsto”
Me gusta pensar en el viaje como la posibilidad de liberación, de superar limitaciones, de desestructurar conductas, especialmente cuando implica tomar distancia de los lugares habituales, de las caras reiteradas, de los sonidos a los que mis oidos ya no escuchan porque se han acostumbrado, de los caminos marcados por ser transitados tantas veces.
Creo que cuando viajamos nos permitimos pasear por la avenida principal usando el pantalón con el que no saldríamos en nuestro lugar de origen; comemos distinto, cambiamos los horarios y hasta nuestras preferencias; gastamos dinero, no lo invertimos; entablamos conversaciones e intercambiamos miradas cómplices con personas ue aunque nunca habíamos visto antes nos parece conocer desde siempre; no lamentamos haber olvidado el paraguas si llueve, ya que pronto encontramos refugio en comercios, el cine, o corremos por las calles.
En definitiva, considero al viaje como un medio para transformarnos a nosotros mismos en actores representando nuestra vida, solo que en otro escenario, y eso ya implica ser otros.


“El tiempo, entonces, se estira suavemente o se contrae, pierde esa majestad de mármol que es su bien más monstruoso: se hace ligeramente falible”
“El viajero es siempre un condenado, y el tiempo y su desliz se vuelven aún más angustiosos y aparece – se me aparece – la obligación de aprovechar a ultranza todos los momentos”
“Y lo que debe ser disfrutado es, sospecho, menos lo novedoso que lo irrepetible: el espacio se arma de la calidad más artera del tiempo y se vuelve, también fugitivo, perdido al encontrarlo”
El tiempo es siempre nuestra prisión. En los viajes, marca un inicio y un final, aunque admite improvisaciones en más de una ocasión.
Durante el viaje el tiempo se transforma. Adopta un disfraz diferente para cada acontecimiento vivido. Por momentos se torna veloz, para luego casi detenerse, o viceversa.
Lo cierto es que nuestro estado de ánimo, las adversidades o placeres que percibimos durante nuestro viaje, condicionan a los ojos que observan detenidamente girar a las agujas del reloj o que las olvidan.
El viajero se ve en una paradoja constante, entre dejar que el tiempo imponga su curso o imponerse a tratar de controlarlo, en el intento de atrapar y registrar cada momento, que no se escurra por entre sus manos lo vivido, tratando de conservar lo único e irrepetible que suceda durante el viaje. Pero también, el viajero corre el riesgo de perderse lo acontecido en la fasinación por el transcurrir del tiempo.

lunes, 5 de mayo de 2008

¿Cómo se llama la obra?...El humo ( y no es chiste )


Primer acto: Mientras dormias

Ocho de la mañana. Anuncio de tren con demora ( sacando cálculos, implica cancelación del servicio ). Avalancha para subir al colectivo. Muchos de nosotros queremos evitar perder una vez más el presentismo en el trabajo. En la radio el locutor recomienda circular con precaución por visibilidad reducida dado que la cuidad amaneció una vez más inmersa en humo, y como si faltara algo, estamos rodeados por neblina. Los efectos del humo se reflejan en las caras de los pasajeros: ojos irritados, pañuelos como elementos escenciales para contener los fluidos nasales, y el barbijo es el nuevo accesorio de moda por estos dias. Un bebe duerme en brazos de su mamá, arropado y sumergido en un sueño que lo abstrae de todo lo que yo percibo en este "micromundo" del colectivo.


Segundo acto: "Buenos Aires en llamas" suena en mis oidos

Es tarde, vuelvo de la facu. Alguien en la radio hace referencia a las molestias que causa el humo desde hace dias y dice "me inspiré, loco" y pide el tema de Attaque 77...nunca mejor programado.


Tercer acto: Me parece que se está quemando algo

Se horneaba una tarta de jamón y queso en la cocina. Mientras conversábamos en el living con mi mamá y mi hermana rodeadas del humo que ya era casi familiar y pasaba inadvertido, comenzamos a sentir olor a quemado. El recipiente que contenía la tarta perdía aceite. Muy pronto la cocina fue un caos.


Cuarto acto: Algún día sabremos la verdad

Explicaciones sobre las razones del humo en la ciudad: en el Tigre están aplicando un nuevo químico "no tóxico" contra la invasión de garrapatas que afecta al área; la quema de pastizales es una técnica ancestral aplicada por los hombres de campo para eliminar las malezas y así obtener una mejor cosecha; los focos de incendio intencionales están fuera de control por la cantidad de ellos dispersos en distintas zonas...


Quinto acto: Y la ciudad donde está

En los pasillos del hospital donde trabajo...en las aulas de la facu...en las calles...en el anden del subte...mires donde mires...hay humo...cuando volveremos a ver con nitidez la oscura ciudad


miércoles, 23 de abril de 2008

BAFICI: Caras y caretas


Es jueves. No tuve un buen día laboral, pero con alivio caigo en la cuenta de que puedo darlo por finalizado. En la facultad no hay clases por paro docente, y eso significa que tengo tiempo libre para disfrutar de las horas que aún quedan de este día.
Cuando salgo a la calle, después de trabajar durante nueve horas dentro de un Hospital, percibo que hace calor y que el abrigo que por la mañana fue tan confortable, ahora solo es una carga que posa en mi brazo. La ciudad continua envuelta en una densa nube de humo desde hace días, y los autos y el transito humano que circula por la vereda, parecen competir en velocidad.
Sin embargo, me siento animada y decido caminar diez cuadras hasta el Shopping Abasto, en busca de historias sobre el BAFICI, un buen plan improvisado en pocos minutos para el final de esta tarde.
BAFICI...festival que desde hace ya una semana brinda la posibilidad de tener acceso, en distintos horarios y en forma casi simultánea en múltiples cines de Capital Federal, a películas que tal vez, si no fuera en el marco de este evento, nunca iríamos a ver. El programa que propone el BAFICI es muy diverso, incluye una amplia oferta de películas, conferencias y espacios de música para todos los gustos. Convoca desde hace ya una década a profesionales de las distintas áreas del arte cinematográfico, a cinéfilos por excelencia, y también a espectadores en busca de experiencias visuales alternativas, o simplemente curiosos, que por un costo mínimo de entrada, pagan para ver aquello que ha tenido mayor difusión.
Cuando llego a las escalinatas del ingreso al Shopping Abasto, observo personas solas o en grupo leyendo el famoso “librito azul” de la programación del BAFICI; tres mujeres bolivianas conversan entre sí en una esquina mientras guardan sus productos y especias; al otro lado de la calle, un grupo de jóvenes sumergen sus manos en lo que para todos nosotros sería basura, pero para ellos son elementos de trabajo, y tal vez hasta la cena de esa noche; tres hombres y una mujer hablando en alemán salen del shopping cuando yo ingreso.
Me dirijo al hall central, y en el sector de orientación del BAFICI selecciono el material que quiero llevar de toda la información que satura mis ojos. Luego, voy hacia las boleterías. Quiero comprar una entrada para la película Historias extraordinarias. Había leído muy buenos comentarios al respecto. Pero no fue posible, en el panel de películas programadas para esa tarde, un cartel “agotadas” atraviesa el nombre de la película.
Ya estaba allí, así que tomé el periódico diario del BAFICI y leí sobre las películas programadas para las próximas horas. Elijo una película francesa, Mange, ceci est mon corps. Me parece interesante su contenido social y político, sobre civilización y barbarie en el marco de la colonización, transcurriendo la historia en Haití, y como plus para mi, hablada en francés, idioma que me encanta.
Para la película que quería ver llegué tarde, para esta otra, es demasiado temprano, pero luego de caminar un poco voy a la fila porque quiero elegir una buena ubicación en la sala. Y así fue, últimas filas, zona central.
La sala muy pronto estuvo repleta. El comienzo de la película se demoró y traté de acallar mi impaciencia con un café ( hacía tiempo que no veía vendedores en una función de cine, eso me sorprendió ).
En la tarima bajo la pantalla, cinco hombres conversaban, iban y venían. Finalmente la película es presentada por su director, un hombre joven, moreno, acelerado al hablar para ser seguido por su traductor, y con gran sentido del humor. Antes de dar comienzo a su película nos dijo que al finalizar la proyección responderá nuestras preguntas, pero que ninguna de ellas debía ser “¿qué quisiste decir con la película?” porque siempre se lo preguntan ( risas en la sala ) y la respuesta debemos buscarla en nosotros, en los interrogantes que surjan y en las conclusiones a las que podamos llegar.
La película comienza con una toma sobrevolando de cerca la ciudad de Haití. Una música perfecta acompaña la panorámica que muestra casas pobres, una al lado de otra, algunas a medio construir. Niños jugando, saltan y corren mientras agitan sus manos saludando cuando pasa el helicóptero que los cubre con su sombra. La cámara continua su recorrido por la zona urbana hasta internarse entre las sierras.
Las escenas siguientes muestran una mujer, asistida por otras dos, en un trabajo de parto; un grupo de personas realizando un ritual con danza y cantos; una anciana recostada en su cama en una habitación vacía donde prevalece el color blanco, representa a la tierra y habla sobre la naturaleza destructiva del hombre; una joven blanca comparte con niños negros una cena imaginaria ( sus platos están vacíos en una enorme mesa ); esos mismos niños, en una escena posterior destrozan con sus manos una enorme torta que comen rápidamente y más adelante jugaran a matarse con armas de fuego.
La idea de la película sobre el tratamiento destructivo e indiferente de los seres humanos entre si y para con el planeta tierra me pareció muy buena, pero algunas escenas eran extensas, en el marco de excesivos silencios y la búsqueda constante de explicar con metáforas lo que se quería decir mediante las imágenes.
En el viaje de regreso a mi casa, todo lo que había visto hasta llegar al Abasto, el mensaje que rescaté de la película, y toda la base comercial sobre la que se apoya el BAFICI, hizo que sintiera un torbellino de pensamientos en mi cabeza. Entonces pensé en la contraposición de realidades, de lenguajes, de miradas, de simbologías presentes en ese “adentro” y ese “afuera” del Shopping Abasto, en ese “mundo del cine comercial” y aquel “mundo del cine independiente”...en las diversas maneras de observar, reflexionar, vivir en este mundo...¿cuál de todos los mundos posibles?

martes, 15 de abril de 2008

De qué hablamos cuando hablamos de sueños


Cuando el psicoanálisis teoriza sobre los sueños, hace alusión a restos diurnos, a cumplimiento de deseo, pensamiento onírico, inconciente manifiesto...lugar donde las fantasias del neurótico se hacen realidad...todos somos un poco neuróticos? y por eso soñamos?...
Algunos despiertan y creen que cambiaran su suerte siguiendo una corazonada...apostar al número que simboliza aquello que se ha representado en sueños.
Según ciertas creencias religiosas, el curso de la historia de la humanidad ha sido marcado por los mandatos y verdades reveladas por Dios a los profetas durante un estado de ensoñación.
Los sueños...esas realidades extrañas, donde todo lo irreal puede ser posible, donde somos quienes quisieramos ser, donde el miedo, el terror y lo siniestro tienen su fin en un abrupto despertar, y donde todas las leyes de la física pueden ser omitidas.
Sin embargo, cuando hablamos de sueños, pienso en el mundo mágico que se inicia cuando nuestra mente se abandona al tiempo que concedemos al dormir, pero también en situaciones semejantes al sueño dadas sus características, tales como el jugar de los niños; un actor interpretando sus líneas en una obra de teatro; la elección de un personaje para una fiesta de disfrases; caminar por calle Florida un sábado por la tarde con amigos simulando ser extranjeros; conversar con la persona amada olvidando el tiempo y encontrando cada vez más cosas en común; leer un libro en el viaje hacia el trabajo y no percatarse de que es hora pico; salir del cine y darse cuenta de que llovió durante las dos horas de función...y podría continuar recordando aquellos momentos en los que parece que nos transportaramos a otros mundos...así como mientras dormimos, estoy convencida de que despiertos, también soñamos.

Y comparto con ustedes la letra de una de mis canciones favoritas, cuyo intérprete fue y será por siempre un gran soñador.

Imagine ( John Lennon )

Imagina que no hay paraíso,
Es fácil si lo intentas,
Ningún infierno debajo de nosotros,
Arriba de nosotros,
solamente cielo,
Imagina a toda la gente
Viviendo al día...
Imagina que no hay países,
No es difícil hacerlo,
Nada por lo que matar o morir,
Ni religiones tampoco,
Imagina a toda la gente
Viviendo la pida en paz

Imagina que no hay posesiones,
Me pregunto si puedes,
Ninguna necesidad de codicia o hambre,
Una hermandad del hombre,
Imagina a toda la gente
Compartiendo todo el mundo...

Tu puedes decir que soy un soñador,
Pero no soy el único,
Espero que algún día te nos unas,
Y el mundo vivirá como uno solo.

lunes, 31 de marzo de 2008

Sobre Hernán Zin: un periodista y su diario de viaje

Quién no ha estado ante una situación de peligro, quién no ha presenciado una situación de impotencia y desesperación, quién no ha visto a otro semejante padecer sufrimiento...y en verdad no es fácil de afrontar.
Pero Hernán Zin, periodista argentino, radicado en España por elección en los últimos años, y llegado hace pocos dias a Buenos Aires, convive cada día con experiencias como esas, de hecho las busca y narra. Es cronista de situaciones de conflicto, de guerra, de injusticia, de dolor, para dar voz a aquellos que no la tienen y que padecen, pero cuyas historias vale la pena conocer.
Narrador minucioso de viajes, buscador de historias, publica sus notas como medio de denuncia, de debate.
En la Revista Viva de ayer, domingo 30 de marzo, hay una nota muy interesante sobre Hernán Zin y su trabajo. Y es de gran valor visitar sus blogs. Uno de ellos refiere a la Revista 20 minutos, para la cual escribe, “blogs.20minutos.es/enguerra”. Y el otro, es personal, es un verdadero diario de viaje, “hernanzin.blogspot.com”
Espero que les agrade tanto como a mi la nota y sus escritos.

sábado, 29 de marzo de 2008

Poema de Antonio Machado, aún más maravilloso interpretado por Joan Manuel Serrat


Cantares


Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino

y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.